Durante la primavera de 1976, en pleno proceso de transición, un nutrido grupo de hombres y mujeres de Orihuela y otros pueblos de Alicante y del resto de España decidieron rendir tributo al poeta oriolano para conmemorar el 34 aniversario de su muerte. Nació así el “Homenaje de los Pueblos de España a Miguel Hernández”.

Las calles del barrio de San Isidro, una zona humilde de Orihuela, se convirteron durante esa primavera en un intenso hervidero cultural con la pintura de los murales del Barrio de San Isidro.  En torno a Miguel Hernández se congregaron escritores y artistas de toda España, así como relevantes pintores, como Arcadio Blasco, Candela Vicedo, Sixto Marco, Antonio Ballester, Alfonso Albacete, José Luis Cacho, Elisa Séiquer, Arrendó, Párraga, Garza, Castejón, Díaz Padilla, Segundo García, Díaz Azorín, entre otros. Se contó también con la presencia de numerosos colectivos valencianos y alicantinos.

Acudieron  enviados especiales de diversos medios como Triunfo, El País, Cuadernos para el Diálogo y Cambio 16, y cámaras de RTVE y las televisiones holandesa y alemana. El enviado especial de la revista Posible describía así lo ocurrido en San Isidro:

“Para todos los que llegamos a Orihuela el sábado por la tarde, la realidad desbordaba la imaginación de lo que allí podía estar ocurriendo. Teníamos la sensación de haber entrado en un mundo aparte. La ladera del monte era un hormiguero de gentes venidas de toda España empeñadas en una labor común, y el eco popular de esa labor estaba claramente a la vista en la incondicional cooperación de los vecinos… Vientos del pueblo en la boca de todos y gritos de “El pueblo unido”, como lema. “… También sonaron en boca de una joven oriolana los versos de “El niño yuntero” y la “Elegía a Ramón Sijé”. Emocionadamente, en un local escogido súbitamente, sin anuncio previo, pero ante una multitud decidida, había comenzado el homenaje a Miguel en su tierra natal. No hacía falta que el acto fuera oficial: era un acto espontáneo y popular”.